El sábado pasado, mientras en la explanada de los Village Cines se reunía los floggers, en la disco One se juntaban por enésima vez los punkrockers locales para disfrutar de dos bandas. En realidad de dos expresiones muy distintas de un mismo movimiento.
Por un lado la postura del “déjenme de romper las bolas que así estoy bien” que puede entenderse desde las letras de Expulsados, emulando la postura ratonera (en el sentido más amplio de la expresión).
En otro contexto, Cadena Perpetua se desempeñó como la válvula de escape por la que saldrían todas las consignas “pro” y “anti” que pueden salir del imaginario punk, que no es tan imaginario porque todas las postales que difunde la banda se perciben en la esquina de tu barrio.
Así, entre tanta variedad que puede ofrecer el movimiento punk, la gente acompañó desde temprano junto a las cuatro bandas locales que oficiaron de anfitrionas del auténtico Festi-Punk argentino.
Nocivo, Sinimperio, Larva y Ruido Explícito llegaron desde lugares bien diferentes de una misma geografía (nuestro fuckin’ Alto Valle) para ponerle la impronta regional al asunto.
Las imágenes de Gustavo Bustos, desde el lugar de los hechos, nos sacan todo tipo de dudas de que nadie la pasó mal entre tanto mosh y pogo compartido.
El festival duró varias horas y las réplicas se harán sentir en próximos recitales del estilo, que definitivamente es la gran tribu que se diferencia entre tanta 4X4 y personajes siniestros de saco y corbata que desfilan por el centro de la ciudad.
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